4.Dic.2013 / 02:01 pm / 1 Comentario

Usted escoge: entre iluso y pendejo II (Los nuevo ricos)

 

Oposición dirigida por lacayos de un imperio en decadencia moral y ética, porque miente

 

Por Americo Diaz Nuñez

 

Especial para Kikirikí desde Minsk, Belarús

Americo Diaz NuñezLa influencia norteamericana en Venezuela comenzó a ser calamidad nacional en la década de los años 20 del siglo ídem. Apareció en Caracas y hasta en ciudades pequeñas y pueblos del interior del país una plaga que era desconocida hasta entonces: los nuevos ricos, de la noche a la mañana.

 

Salvador de la Plaza fue un gran estudioso de este fenómeno y Miguel Otero Silva lo convirtió en novelas como “Casas Muertas” y “Oficina Número Uno”, publicadas en los años 40, recién aparecido este fenómeno, prácticamente, mientras “Leo” (Leoncio Martínez) hizo del tema objeto de su agudeza humorística.

Aquiles Nazoa, poeta toda su vida, convirtió en rimas el asunto en su parodia “Doña Paquita de la Masa”.

Del primero, escritor sobre temas económicos principalmente, la Presidencia de la República, con Chávez en 2008, reeditó “Breve Historia del Petróleo en Venezuela”, crónica del comienzo de la nueva colonización de nuestra nación.

 

El reparto de un país

Eran los tiempos cuando los dos imperios más agresivos del siglo XX (Gran Bretaña y Estados Unidos) se disputaban el control territorial de nuestro país, para asegurarse los mejores yacimientos de un oro negro que sólo los beneficiaban a ellos, porque nos creó nuevas calamidades como el éxodo campesino a los campos petroleros, que acabó con la economía agrícola y pecuaria del país, trayendo hambre y penurias donde antes no las había en tal grado.

 

El dictador Gómez, impuesto por el gobierno norteamericano (1908) en sus cálculos monroístas de apropiarse de nuestros recursos naturales más importantes, comenzó a repartir concesiones petroleras de27 millones de hectáreas a las empresas “Standard Oil Company” y subsidiarias de la “Shell”, para que realizaran sus exploraciones donde les diera la gana, a cambio de un impuesto de 1 bolívar por hectárea y 5por tonelada de petróleo extraído.

 

Premio a los gomecistas vivarachos

Resultó que la Primera Guerra Mundial, desde 1914 a 1918, aplazó hasta los años 20 aquella fiebre del despojo del oro negro, lo cual fue aprovechado por la dictadura gomecista para crear una nueva figura jurídica: las reservas nacionales, extensas zonas no exploradas por las dos empresas, que retornaron al Estado venezolano, para ser convertidas en un reparto a los seguidores de Gómez más avispados.

 

En el libro “Los hombres del Benemérito, Epistolario Inédito”, de Héctor Acosta, aparece la lista completa de todos los beneficiados de este reparto, origen del fenómeno comentado del nuevorriquismo avasallante de los años 20 y 30 del siglo XX.

 

También el profesor Luis Cipriano Rodríguez, en su obra “Gómez: agricultura, petróleo y dependencia”, habla del tema.

 

Los primeros dolarizados

Así nació la primera oleada de nuevos ricos que traspasaron a las petroleras, a cambio de una renta anual, los lotes asignados por el gobierno autoritario de Gómez, como premios a su desvergonzado apoyo, zalamerías y “jaladeras” al dictador represivo y entreguista de los recursos naturales a los consorcios imperialistas.

 

De esa camada de lobos vienen muchas de las acomodadas familias asentadas en el Country Club de Caracas hoy, dueños de bancos y enormes corporaciones y redes de negocios que viven del robo llamado comercio mayorista, acaparadores, remarcadores de precios, usureros y grandes especuladores con el inflado dólar falso, soportes económicos de la oposición que trabaja para ellos, como súbditos del Imperio del Norte.

 

 

El Norte es una quimera

Esos nuevorricos de los años del vasallaje petrolero de los 20, 30y 40 del siglo XX tenían un grave complejo aristocrático, según el cual ellos provenían de una alcurnia inventada, con origen en la Colonia o de ascendencia europea (no podía ser de EEUU porque no hablaban una papa de inglés), de lo cual generalmente se burlaban los venezolanos, como lo hicieron Leoy Aquiles Nazoa con sus ocurrencias humorísticas.

 

“El Norte es una quimera” es una guasa que venía sonando desde los años 30, que retrata a los que se iban a Nueva York a cargar cajas y decían que eran cajeros o a barrer bancos y decían que eran banqueros. Pero con la dictadura de Pérez Jiménez, una de las más sanguinarias de nuestra historia, comenzó la oleada de viajes a Miami, el nuevo paraíso terrenal descubierto por estos nuevorricos. Muchos de ellos compraron pequeñas propiedades y hasta se establecieron allá, a costilla de la renta petrolera heredada que les tocó.

 

Aristocracia plebeya

Desde entonces esa clase social se ubicó en una ilusoria aristocracia que trataba de ocultar su verdadero origen de clase, muchas veces humilde, pero con un sentido oportunista despertado por el dinero y los bienes adquiridos o heredados.

 

Como en nuestro país se generalizó el empleo de domésticas, jardineros y choferes para ese sector social, debía establecerse un status que diferenciara a la trigueña ama de casa de la negrita cocinera (cuando no al revés), de modo que hasta allí llegó la utopía de esa aristocracia plebeya.

 

Con la rápida movilidad social de hoy, cuando cientos de miles de pobres paupérrimos dejan de serlo, porque ahora tienen casas entregadas con dotación completa por el Gobierno de Nicolás Maduro, no faltará quien se crea de aquí en adelante “propietario “que salta a otra clase social y no quiera ni siquiera recordar su origen popular.

 

¿Qué ofrece la oposición para mejorar?

La oposición, como todo el mundo lo sabe, carece de un proyecto nacional creíble y ejecutable, pero muchos de sus seguidores creen que eso no hace falta, simplemente porque lo que hay que hacer es aplastar al chavismo y todos los males van a desaparecer, reales o inexistentes, sólo imaginarios, eso poco importa.

 

Esta forma de ver la realidad manipulada y alimentada por la inyección diaria de mentiras mediáticas, parte del plan imperial desarrollado por los medios y el núcleo ultraderechista de la oposición, conduce al fascismo, que es un odio irracional hacia otro sector social a quien se atribuyen “todos los males existentes” en su mente.

 

No quieren recordar su origen

Para no recordar su origen social, millones de nuestros compatriotas, acomplejados por el chantaje de los nuevorricos, no quieren que los junten con la pobresía, es decir, con el chavismo. No quieren admitir que eso lo produjo el capitalismo en 200 años de desigualdad, principal resultado de un sistema injusto y parasitario, como acabamos de ver en la ola de especulación, usura, saqueo de los salarios de los trabajadores y empleados que Nicolás Maduro supo frenar en seco.

 

Comentarios

14.Jun.2014 02:51 pm
Lena (Distrito Capital) dijo:

Me parece absurdo.. ¿como esperas comenzar un articulo histórico con palabras como.. «Oposición dirigida por lacayos de un imperio(…)» apelan al sentimentalismo y a una identidad nacional favorecedora particularmente a un Estado político… Y ademas de eso por favor, no estamos en una película de vaqueros donde discuten los buenos y los malos, si quieren comentar algo serio.. fuera de sentimentalismos y política estúpida.. sean imparciales y estudien bien las dos caras de la historia.

 

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